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jueves, 23 de diciembre de 2010

Jamón y religión

23.12.10 - 01:13 - ANTONIO ANASAGASTI

Nos preparamos para las fiestas navideñas donde el vino, la cerveza, los licores, el cava, el jamón y demás ibéricos o dulces como el mantecado, hechos con manteca de cerdo, se degustarán en muchas casas, como algo tradicional, ligado a nuestra cultura. Por eso resulta incomprensible la denuncia que ha efectuado la familia de un niño musulmán contra un profesor de un instituto de La Línea por haber mencionado la palabra jamón en su clase. El profesor, por lo visto, estaba poniendo un ejemplo de clima frío y seco y se refirió a Trevélez, en donde se curten los jamones. Ahora con la excusa de la religión algunos pretenden coartar la libertad de cátedra y de expresión que tienen los profesores, amparada en el artículo 27 de la Constitución española. Como tal derecho fundamental, debe ser especialmente protegido, por lo que, si atendemos a nuestra Carta Magna, la víctima es, en este caso, el profesor y no el niño.

Lo alucinante es que la policía judicial haya abierto diligencias contra el profesor, en vez de a los denunciantes por haber presentado una acusación sin contenido, que sólo sirve para coartar la libertad de expresión de un profesor en el ejercicio correcto de sus funciones. La enseñanza tiene como fin el desarrollo de la personalidad de los alumnos y el respeto de los derechos democráticos de convivencia. Un alumno o los padres del mismo que no acepten ni oír la palabra jamón en una clase es un ejemplo tan evidente de intolerancia que de ningún modo debe ser permitido por las autoridades educativas ni por las judiciales. ¿No deberían intervenir también las autoridades asistenciales para evitar futuros despropósitos? Esa intolerancia puede ser el germen de la violencia y si no se actúa rápido contra los que no aceptan nuestra cultura actual, no tardaremos en perder todas las conquistas democráticas que nos han costado tanto tiempo lograrlas.

¿Alguien se imagina que un profesor que diese la geografía económica de Andalucía no pudiese mencionar las bodegas de Jerez, Sanlúcar o Montilla, o a los mataderos de cerdo de Jabugo o Trevélez, sólo porque un niño musulmán pueda ofenderse? ¿Qué educación es esa? Los que nos sentimos ofendidos somos nosotros los que creemos en la tolerancia.

(vía lavozdigital.es) BlogBooster-The most productive way for mobile blogging. BlogBooster is a multi-service blog editor for iPhone, Android, WebOs and your desktop

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